Las empresas demandan nuevos perfiles profesionales capacitados para investigar y desarrollar más prototipos de dispositivos conectados
El veloz desarrollo del Internet de las Cosas es uno de los fenómenos más impactantes del mundo en la actualidad. Statista prevé que existirán 25.440 millones de dispositivos conectados en 2030, lo cual demuestra que esta tendencia está apenas en sus inicios.
Ante este panorama, las empresas se enfrentan al desafío de contar con profesionales debidamente capacitados en nuevas tecnologías y conectividad. Se trata de una profesión con un gran potencial a futuro para estudiantes de ingeniería electrónica, informática o mecánica, que pueden aprender de manera sencilla a usar plataformas para implementar prototipos que mejoren el negocio de una empresa.
Ahora bien, ¿a qué se dedica un profesional formado en Ingeniería en IoT? ¿Qué perfil y habilidades debe tener? Para empezar, debe contar con conocimientos avanzados de todas las tecnologías involucradas en un proceso de Internet de las Cosas para implementar prototipos de soluciones que permitan generar impacto para luego escalar a un entorno productivo.
Otra cuestión importante a considerar es que se trata de una profesión muy flexible. Debe estar preparado para trabajar en actividades diversas, desde investigación hasta proyectos, pasando por gestión y análisis de datos.
Tres funciones de un ingeniero en IoT
Ahora bien, si hablamos de ámbitos laborales concretos, podemos dividir las funciones de la ingeniería en IoT en tres grandes grupos:
1- Desarrollo y supervisión de dispositivos IoT
Una tarea habitual de una persona con tal formación es, por ejemplo, trabajar en el desarrollo de prototipos de dispositivos IoT. En general, se trata de proyectos que no son rápidos ni fáciles de ejecutar. Por eso mismo, requieren de la planificación adecuada y precisamente el ingeniero en IoT es quien debe establecer las pautas y los recursos necesarios.
Existe actualmente un gran potencial el desarrollo de prototipos de dispositivos IoT con plataformas abiertas de hardware y software como Arduino o Raspberry. Si bien no son las más recomendadas para entornos productivos, permiten lograr un producto mínimo viable (MVP) muy rápido y validar así la idea del dispositivo IoT que se pretende construir para el mercado. Un ingeniero IoT debe estar manejar estas herramientas y prepararse para supervisar el proceso y encontrar soluciones en caso de imprevistos o errores que lo retrasen o comprometan.
2- Integración y análisis de dispositivos y datos
Existen cada vez más cosas conectadas, pero ¿cómo hacer para tener un mayor control sobre la información que proporcionan?
Un ingeniero en IoT es el encargado de buscar la integración entre dispositivos. El objetivo es sacar el mayor provecho de la conectividad y los datos que nos proporciona, así como también hacer una mejor gestión de los dispositivos.
Por ejemplo, su objetivo puede ser facilitar a un cliente la gestión en forma remota, desde una aplicación, el funcionamiento de cualquier activo conectado a la red. Por ejemplo, activar un sistema de riego en un campo o verificar la temperatura y las condiciones generales de un silo.
Un ingeniero en IoT debe, precisamente, encargarse de analizar todos los datos que producen estos dispositivos. Se trata de una tarea fundamental, ya que toda la información necesita ser interpretada para transformarla en conocimientos valiosos y, eventualmente, implementar mejoras en los distintos procesos.
Para poder hacerlo, cuenta con recursos para testear hipótesis que luego impacten en el negocio, como la plataforma abierta Node-RED y protocolos estándar como MQTT. Node-RED, un editor de flujo que permite añadir o eliminar nodos, conectarlos y agruparlos en flujos, es la plataforma estándar para gestión y procesamiento de datos en tiempo real. Se trata de una herramienta de programación visual que simplifica la conectividad entre hardware, APIs y servicios en línea en entornos de Industria 4.0.
3- Investigación
Por último, otra responsabilidad de un ingeniero en IoT es estar a la vanguardia de la innovación. Esto incluye no solo mantenerse informado de las tendencias tecnológicas sino contribuir proactivamente a su desarrollo.
Por eso, muchos de estos profesionales se dedican a investigar y encontrar maneras de crear nuevos dispositivos que puedan conectarse y así mejorar y hacer más eficientes alguna actividad humana o un proceso industrial.
Como explicábamos al principio, el Internet de las Cosas crece a un ritmo sorprendente y constantemente surgen nuevos productos y sistemas interconectados para facilitar tareas en diferentes ámbitos. Las redes de comunicación evolucionan en forma permanente. Por eso, estar atento a tendencias sociales y organizacionales y encontrar formas de mejorarlas con IoT es una tarea de estos profesionales.
Un ejemplo son las redes LPWAN y los satélites IIoT, que permitirán facilitar y democratizar el IIoT en zonas remotas.
En primer lugar, las redes de área amplia y de baja potencia LPWAN (siglas de Low Power Wide Area Network) son una tecnología de comunicación inalámbrica que hoy es reconocida como uno de los protocolos básicos para la implementación de IoT. Así lo demuestra el constante aumento de dispositivos LPWAN conectados (unos 3.500 millones actualmente según Statista).
Los satélites IIoT, por su parte, permiten llevar conectividad rápida y sencilla a lugares remotos. Son dispositivos que incluyen sensores IoT que se conectan a una red satelital y pueden usarse en diversas industrias y actividades para monitoreo y comunicaciones críticas.
Perfil y conocimientos
Para empezar, un ingeniero en IoT debe estar preparado para resolver problemas con capacidad analítica y creatividad.
En cuanto a cuestiones técnicas, debe contar con conocimientos en ingeniería electrónica, telecomunicaciones, y software, para poder entender cómo funcionan los dispositivos conectados a la red y así hallar nuevas formas de soluciones problemas de negocio para sus clientes.
También es importante que esté familiarizado con:
- sistemas operativos, especialmente Linux, ya que suele ser la base de muchos proyectos IoT,
- lenguajes de programación, como JavaScript y Python,
- y seguridad informática, ya que debe conocer sobre cifrado de claves y dispositivos para detectar y evaluar vulnerabilidades de una red.
Este último es un tema de especial relevancia en la actualidad, ya que los ciberataques son moneda corriente. Solo en América Latina 2021, un informe de Kaspersky reveló que aumentaron un 24 por ciento en 2021 en comparación con el año anterior.
Estudios
Existen varias carreras de nivel superior que permiten formarse en estas habilidades. Lo más habitual es que estos profesionales tengan estudios en ingeniería informática, mecánica o electrónica.
Algunas universidades extranjeras tienen licenciaturas en IoT que, como su nombre lo indica, es una carrera específicamente pensada para quien quiere dedicarse a esto. Es recomendable complementar este título de grado con una maestría en sistemas de redes, seguridad, hardware, data science o similar.
Sin embargo, más allá de cualquier carrera universitaria, un ingeniero en IoT puede especializarse a través de cursos específicos. Nunca debe dejar de estudiar para poder mantenerse actualizado de las novedades de una disciplina en constante evolución.
Por último, es importante que conozca el valor de la sustentabilidad, ya que se trata de una prioridad para cada vez más organizaciones que buscan realizar sus actividades en línea con el respeto por el medio ambiente y las comunidades. La IoT tiene la capacidad de transformar el paradigma de la sustentabilidad gracias a mayor eficiencia y mejor aprovechamiento de recursos. Por eso, debe asumir cómo su trabajo puede no solo mejorar el funcionamiento de diversas industrias sino también contribuir a un futuro sustentable.
En resumen, se trata de una profesión clave para el mundo actual y con un gran potencial a futuro para estudiantes de ingeniería electrónica, informática o mecánica. Conforme siga avanzando el desarrollo de dispositivos conectados, aumentarán los desafíos para los ingenieros en IoT al mismo tiempo que surgirán nuevas posibilidades de aplicar sus conocimientos.