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Un enfoque integral de ambas tendencias es clave para entender su impacto a nivel económico, social y medioambiental. 

La combinación de Internet de las cosas (IoT) y sustentabilidad tiene el potencial de introducir mejoras significativas en las industrias gracias a mayor eficiencia y mejor aprovechamiento de recursos. La recopilación de datos en tiempo real permite realizar ajustes inmediatos y construir un futuro sustentable gracias a la conectividad entre dispositivos.

De esta manera, los avances tecnológicos para mejorar la eficiencia de procesos industriales y la preservación del planeta se complementan para dar resultados concretos que ya están cambiando el funcionamiento de diversas industrias y la vida de muchas personas. Veamos algunos ejemplos que demuestran cómo la IoT transforma el paradigma de la sustentabilidad.

Conservación y uso eficiente del agua

Uno de los principales problemas que enfrenta nuestro planeta es la gestión de los recursos hídricos. Conservar el agua y hacer un uso inteligente de ella tiene un enorme valor, ya que se trata de un bien escaso en varios territorios, lo cual provoca sequía y hambre. Según las Naciones Unidas, casi un quinto de la población mundial, aproximadamente 1.200 millones de personas, vive en áreas de escasez física de agua.

Afortunadamente, la evolución de la tecnología ha empezado a dar respuestas a este desafío global. Si hablamos de agricultura, la IoT permite desarrollar sistemas de riego más eficientes, que aporten la cantidad exacta de agua y eviten derroches. Además, sirve para monitorear la humedad de un suelo, un dato clave para ajustar el riego.

Gracias a la aplicación de dispositivos conectados es posible recopilar datos y llevar un control pormenorizado de las operaciones. Además, brinda mayor seguridad para operar, ya que cualquier anomalía es detectada más rápido y así se pueden activar las correcciones necesarias con antelación. 

La misma innovación que aporta la IoT para mejorar los sistemas de riego puede beneficiar también a los productores de frutas y hortalizas. El uso de sensores y el seguimiento remoto sirven para verificar que las plantaciones reciban la cantidad exacta de luz, agua y nutrientes que necesitan y para asegurar que la fruta o la hortaliza se coseche en su punto justo de madurez.

Reducción del gasto en energía y climatización

Calefaccionar o refrigerar un espacio interior determinado implica un enorme costo de energía. Encontrar la manera inteligente de hacerlo evita gastos innecesarios y aporta a los objetivos sustentables. 

Para poder equipar a un edificio, una habitación o cualquier otro tipo de instalaciones industriales y que puedan transformarse en espacios inteligentes, es necesario incorporar sensores para monitorear las condiciones climáticas. De esta manera, se pueden hacer ajustes en tiempo real a la temperatura del interior y solo calentar o enfriar un espacio cuando es completamente necesario. 

Por ejemplo, los sensores no solo pueden activar la climatización de un ambiente al detectar la presencia de personas en su interior, sino también anticiparse a los hechos. Al notar la proximidad de ellas gracias a la ubicación GPS brindada por sus smartphones conectados a un centro de operaciones de IoT, la tecnología inteligente prevé su llegada inminente y comienza a actuar con antelación. 

Esto es apenas una muestra de sus beneficios, ya que la aplicación de IoT puede servir también para proyectos más ambiciosos para la industria eléctrica, como hacer un uso más eficiente de la energía de una ciudad entera gracias a la posibilidad de intercambios entre diferentes usuarios. De esta manera, una red eléctrica inteligente puede hacer que un hogar que cuenta con un sistema propio de generación de energía solar siga funcionando por más que no haya nadie en casa y que luego esa producción sea vendida a otro integrante de la red. 

Vehículos eléctricos, autónomos y más seguros

El continuo crecimiento mundial del parque automotor eléctrico y autónomo es otra tendencia que demuestra el impacto positivo de la IoT en la sustentabilidad. La industria automotriz lleva años tomando nota del fenómeno y se encuentra en plena transformación de sus procesos de producción.  

Por un lado, el reemplazo de combustibles fósiles por energía eléctrica contribuirá a reducir la generación de gases de efecto invernadero. Según el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, actualmente el transporte representa el 25 por ciento de las emisiones totales (8 gigatoneladas por año). Esto podría cambiar radicalmente con el paso del combustible a la electricidad.

Por otro lado, la automatización de los viajes reducirá la posibilidad de una congestión ya que, gracias al análisis de datos del tránsito en tiempo real, cada vehículo autónomo tomará la ruta más conveniente para llegar a destino más rápido. 

La proliferación de vehículos eléctricos y autónomos es también una demanda de los consumidores, cada vez más conscientes de que sus decisiones tienen un efecto en el plano medioambiental. Además, es especialmente valiosa para flotas y las empresas de transporte, que podrán reducir sus costos gracias a un menor gasto en combustible (ahora reemplazado por energía eléctrica) y un mayor control de variables como el mantenimiento preventivo, que ayuda a prevenir accidentes. 

Separación y recolección más eficiente de los residuos

El problema de la basura también puede ser solucionado con IoT. Grandes toneladas de residuos se acumulan diariamente en contenedores de las urbes de todo el planeta y su control y manejo es caótico en algunos casos. 

Ahora pensemos por un instante qué pasaría si cada contenedor contara con conectividad y sensores. Por ejemplo, el encargado de un centro de control y monitoreo podría saber inmediatamente cuándo está por llenarse y así mejorar la eficiencia del cronograma de recolección. O, gracias al acceso a datos de las condiciones de temperatura y humedad y el tipo de desecho de cada contenedor, se podrían reducir riesgos en su traslado o manipulación y facilitar la clasificación y el procesamiento de materiales reciclables. 

Así, la IoT mejora la toma de decisiones en la gestión de residuos y la recolección de basura es más eficiente. En vez de realizarse de manera rutinaria, podría hacerse solo cuando los contenedores están casi llenos. Esto también serviría evitar trayectos innecesarios y, en consecuencia, ahorrar dinero y reducir la contaminación del aire. 

Un futuro más inteligente y sustentable

La IoT está impulsando a organizaciones de todo el mundo a un futuro más inteligente y sustentable, mejorando la eficiencia y reduciendo la huella de carbono. 

Si bien todavía queda mucho por hacer, cuanto más crezca el número y la variedad de dispositivos conectados, mayores serán las chances de producir un impacto positivo en la vida cotidiana de todas las personas y en la situación medioambiental de nuestro planeta.

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