Las organizaciones se encuentran hoy en el imperativo de la transición hacia lograr que sus procesos sean sustentables y sostenibles, tanto para eficientizar sus recursos productivos como para ser catalizadores del cuidado ambiental que demanda la sociedad.
Mediante la incorporación de tecnología es posible avanzar hacia un modelo madurativo que implica una superación constante en formas de repensar cómo producimos y operamos a nivel industrial.